“Tenía que dimitir más que por lo que ha hecho por lo que han dicho él y su jefe. Porque él ha sido la jauría durante muchísimos años. El que nace lechón muere cerdo, pues eso”, dice la Villalobos del ministro suicida Màxim Huerta. Sería demasiado fácil decir que ella sabe de qué habla, pero no, no se trata de eso, sino de la bajeza constitutiva que informa la vida política española.
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